Tradiciones de Honduras
Su nombre se convierte al final del año en el más popular entre los pobladores de Yarumela y las personas que llegan de todas partes de Honduras y del extranjero para comprar sus obras o apreciar el nacimiento más grande de la zona.
Concepción González Ávila, o doña Conchi, como le llaman cariñosamente, es una artista que vive la mayor parte del año realizando figuras de barro para comercializarlas y luego invertir en su enorme nacimiento en donde sus antepasados han representado, además del advenimiento de Jesús, los hechos más importantes en la historia de Honduras y del mundo.
“Empiezo a trabajar duro desde mayo… Hay estilos tradicionales, pero siempre estoy creando nuevos estilos. Por lo general me inspiro en cosas que suceden a diario en el país”, dice.
UN PUEBLITO DE FE. Yarumela es un pequeño poblado con no más de cuatro mil habitantes. Sus calles son de tierra y sus casas sencillas son de barro y teja; en sus barrios no se ve opulencia, más bien se contempla el olvido de las autoridades, pese a que esta es una zona muy próxima a los polos de desarrollo del país.
“Aquí todos nos dedicamos a la agricultura y a la crianza de animalitos para vivir; también trabajamos en la elaboración de piezas de barro, especialmente para nacimientos, que luego vendemos en todas partes del país”, comenta doña Conchi, una mujer de 65 años, que en esta oportunidad dice tener dos piezas especiales para gusto de aquellos que realizan nacimientos.
Todos los personajes que forman parte de la historia y las tradiciones de Honduras son elaborados por sus manos.
El barro que trae de un solar baldío, cercano al cementerio de la comunidad, sirve de materia prima para confeccionar las piezas que son creatividad de esta mujer que guarda obras desde inicios de 1800.
Su fe católica es tan firme como la faena que diariamente realiza por unas seis horas, durante seis meses, tiempo en el produce más de mil piezas que luego vende a público de todos los lugares, incluso extranjeros.
LOS PERSONAJES DE BARRO. Doña Conchi tiene dos obras maestras para este año. Una es muy religiosa y la otra con matiz político. “La primera –dice- es el funeral del papa Juan Pablo II, lo preparé con todos los elementos, tendrá al Vaticano de fondo y también a todo el grupo de cardenales, claro, con dedicatoria especial a nuestro Cardenal”.
La otra parte de su inspiración, que tenía lista ignorando los resultados de las elecciones y sustentándose en su tradición partidista, es la representación de Mel Zelaya, a quien lo elaboró montando su caballo.
“Me he dedicado mucho a él –cuenta- aunque todavía no lo he quemado, pero cuando lo haga, le daré el tono rojo y blanco con todo su esplendor”.
Aunque confiesa que tiene en su enorme colección al actual presidente, Ricardo Maduro y su esposa. “A ellos los hice, para el nacimiento pasado, aunque soy liberal, pero vamos a ver cómo los ubicamos este año”.
Además de estos personajes, doña Conchi, quien aprendió de su madre el oficio, representa situaciones y lugares simbólicos; en su obra actual tiene templos, parques famosos de Honduras y hasta tradiciones como el famoso guancasco. También realiza personajes de telenovelas, y de cuentos clásicos. “Para gusto, los colores”, comenta con una sonrisa pícara en su rostro.
EXPORTACIÓN. Hasta Yarumela han llegado muchas personas de todas partes de Honduras y del extranjero para comprar y encargar las figuras que serán utilizadas en nacimientos.
Otros, como algunos norteamericanos llegan al pueblo a hacer encargos para llevarlos a sus países, aunque según doña Conchi, a ella no le gusta trabajarles ya que exigen productos de alta calidad y a veces no pagan todo el esfuerzo que se hace en la realización de cada pieza.
También le buscan personas de El Salvador, Guatemala, Nicaragua y hasta españoles residentes en Honduras, que gustan mucho de esta tradición.
Para doña Conchi, este no es un trabajo difícil, aunque sí minucioso y de mucho ingenio.
Concepción González Ávila, o doña Conchi, como le llaman cariñosamente, es una artista que vive la mayor parte del año realizando figuras de barro para comercializarlas y luego invertir en su enorme nacimiento en donde sus antepasados han representado, además del advenimiento de Jesús, los hechos más importantes en la historia de Honduras y del mundo.
“Empiezo a trabajar duro desde mayo… Hay estilos tradicionales, pero siempre estoy creando nuevos estilos. Por lo general me inspiro en cosas que suceden a diario en el país”, dice.
UN PUEBLITO DE FE. Yarumela es un pequeño poblado con no más de cuatro mil habitantes. Sus calles son de tierra y sus casas sencillas son de barro y teja; en sus barrios no se ve opulencia, más bien se contempla el olvido de las autoridades, pese a que esta es una zona muy próxima a los polos de desarrollo del país.
“Aquí todos nos dedicamos a la agricultura y a la crianza de animalitos para vivir; también trabajamos en la elaboración de piezas de barro, especialmente para nacimientos, que luego vendemos en todas partes del país”, comenta doña Conchi, una mujer de 65 años, que en esta oportunidad dice tener dos piezas especiales para gusto de aquellos que realizan nacimientos.
Todos los personajes que forman parte de la historia y las tradiciones de Honduras son elaborados por sus manos.
El barro que trae de un solar baldío, cercano al cementerio de la comunidad, sirve de materia prima para confeccionar las piezas que son creatividad de esta mujer que guarda obras desde inicios de 1800.
Su fe católica es tan firme como la faena que diariamente realiza por unas seis horas, durante seis meses, tiempo en el produce más de mil piezas que luego vende a público de todos los lugares, incluso extranjeros.
LOS PERSONAJES DE BARRO. Doña Conchi tiene dos obras maestras para este año. Una es muy religiosa y la otra con matiz político. “La primera –dice- es el funeral del papa Juan Pablo II, lo preparé con todos los elementos, tendrá al Vaticano de fondo y también a todo el grupo de cardenales, claro, con dedicatoria especial a nuestro Cardenal”.
La otra parte de su inspiración, que tenía lista ignorando los resultados de las elecciones y sustentándose en su tradición partidista, es la representación de Mel Zelaya, a quien lo elaboró montando su caballo.
“Me he dedicado mucho a él –cuenta- aunque todavía no lo he quemado, pero cuando lo haga, le daré el tono rojo y blanco con todo su esplendor”.
Aunque confiesa que tiene en su enorme colección al actual presidente, Ricardo Maduro y su esposa. “A ellos los hice, para el nacimiento pasado, aunque soy liberal, pero vamos a ver cómo los ubicamos este año”.
Además de estos personajes, doña Conchi, quien aprendió de su madre el oficio, representa situaciones y lugares simbólicos; en su obra actual tiene templos, parques famosos de Honduras y hasta tradiciones como el famoso guancasco. También realiza personajes de telenovelas, y de cuentos clásicos. “Para gusto, los colores”, comenta con una sonrisa pícara en su rostro.
EXPORTACIÓN. Hasta Yarumela han llegado muchas personas de todas partes de Honduras y del extranjero para comprar y encargar las figuras que serán utilizadas en nacimientos.
Otros, como algunos norteamericanos llegan al pueblo a hacer encargos para llevarlos a sus países, aunque según doña Conchi, a ella no le gusta trabajarles ya que exigen productos de alta calidad y a veces no pagan todo el esfuerzo que se hace en la realización de cada pieza.
También le buscan personas de El Salvador, Guatemala, Nicaragua y hasta españoles residentes en Honduras, que gustan mucho de esta tradición.
Para doña Conchi, este no es un trabajo difícil, aunque sí minucioso y de mucho ingenio.
2 comentarios:
Me parece muy importante esta informacion
excelente
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